En Adviento de 2021 el señor obispo, Dr. Georg Bätzing, informó sobre su visita pastoral a las parroquias de Wiesbaden, que tuvo lugar durante 5 fines de semana desde mayo hasta septiembre. Nuestra comunidad, junto con las demás comunidades de otra lengua materna, también fue objeto de esta visita el 2 de septiembre de 2021.
A continuación, referimos algunos puntos de su informe, que pueden ser relevantes para nuestra Comunidad de Lengua Española de Wiesbaden.
El obispo introduce su informe comparando su visita pastoral de la ciudad con la oferta que puede encontrar quien quiere ir a una de las islas canarias. Cada una de ellas presenta determinadas características que satisfacen los deseos y expectativas de diferentes tipos de visitantes. De forma análoga hay en la ciudad diversas islas pastorales, con tradición, perfil, alternativas y carácter claros, que responden a las necesidades de las personas. En su informe, el obispo aboga por una interconexión pastoral entre las parroquias e instituciones pastorales de la ciudad.
El informe prosigue considerando, primero, la ciudad en general; en segundo lugar, aborda la pastoral en la ciudad.
En la primera parte hay una ojeada al espacio social de Wiesbaden, basado en las estadísticas. Entre los muchos datos indica el informe que en Wiesbaden hay 49.000 católicos, de los cuales 10.125 son católicos sin pasaporte alemán, es decir católicos de otra lengua materna, distribuidos en 9 comunidades o misiones. Entre estos el mayor grupo es el de los polacos (29%), seguido por los italianos (24%) y los croatas (13%). El porcentaje de los hispanohablantes no se menciona. Se puede suponer que los hispanohablantes sin pasaporte alemán son menos de 1000. En general se espera que el número de católicos irá disminuyendo con el paso del tiempo; en el 2030 se cuenta con 37.000 católicos en la ciudad, y en el 2040, con 26.000, la mayoría de los cuales será mayor de 55 años. Por otra parte, el obispo constata que esta disminución es contrarrestada por el aumento de católicos en las comunidades de otra lengua materna.
En la segunda parte, teniendo en cuenta la pastoral en la ciudad, el obispo propone que los servicios pastorales se interrelacionen, que se trabaje por una red de cooperación y ofertas, ya que hay diversas alternativas, como el servicio social de mujeres católicas, asistencia a dependientes, caritas, pastoral telefónica, etc., que pueden responder a las diversas necesidades de las personas. Se trata de una red que incluya también actores políticos, culturales, ecuménicos, de otras religiones, con asociaciones y federaciones, una red orientada por el espacio social de la ciudad, que exige mayor participación y comunicación.
El trabajo pastoral mancomunado es favorecido por la multiplicidad de servicios pastorales que se encuentran en las tres megaparroquias de la ciudad (San Bonifacio, San Pedro y san Pablo y Santa Brígida). En ellas hay compromiso de servidores empleados y servidores voluntarios en distintos campos: en la liturgia, en los gremios con peritaje económico y jurídico, en el trabajo publicitario, en el compromiso con el medio ambiente o en el trabajo con los jóvenes.
Parte de esta diversidad es la presencia de las comunidades de otra lengua materna en Wiesbaden. Este hecho debe reflejarse en las estructuras, en los gremios y en la colaboración. Vale intensificar el contacto y la colaboración entre estas comunidades y las comunidades alemanas en las iglesias locales. Ahí pueden darse el intercambio sobre temas de actualidad, perspectivas inspiradas por el desarrollo eclesial y los procesos sinodales. El aislamiento no corresponde a la catolicidad de la Iglesia.
La ciudad es en general el espacio social de la pastoral. De manera que los límites de cada una de las tres megaparroquias no son fijos. Más vele pensar la pastoral conjuramente tomando en serio la ciudad como espacio social. No obstante, no se trata de unir jurídicamente las parroquias, sino de promover el trabajo mancomunado entre ellas.
El obispo anima a buscar la cooperación de las iglesias locales dentro de una parroquia, y de las parroquias entre sí. Es necesario analizar los efectos considerando los recursos. En el futuro será necesario fijarse más en los recursos según las necesidades. Vale preguntar a la gente qué espera de la Iglesia y qué busca en ella.
Vale también aprovechar lo desarrollado en la pandemia, que ha enseñado a definir necesidades, concepciones, soluciones cercanas a la gente, como la celebración de la primera comunión, formas de oración, nuevas formas de contacto. También en este punto es necesario buscar juntos los medios para logra los fines. Es mejor evitar el marchar solos.
Redacción: Gerardo Vanegas.